La riqueza de la biología humana nos muestra las preciosas diferencias entre hombres y mujeres, y nos impulsa a superar la mentalidad de la «antropología LEGO», según la cual para hacer un hombre o una mujer todo se resolvería con un bisturí.
En gran síntesis, la teoría de género dice que el género es una «construcción» cultural (o personal) y que por lo tanto no puede considerarse determinada por la biología. En el fondo implica la tiranía de la subjetividad en forma de deber de todos de respetar mi «auto-percepción». No es difícil encontrar ejemplos que muestran hasta dónde es absurda esta postura.